En 2013 el Partido Popular, con su “Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local”, estableció límites a los ingresos que alcaldes y concejales podían recibir. En el caso de nuestro municipio de Adeje los ingresos máximos que puede percibir el alcalde y cada uno de los concejales son 3.928 € mensuales.
En España la mitad de los trabajadores cobran menos de 1000€, y uno de cada tres cobra menos de 600€. Tan solo el 10% cobra más de 3000€.
¿Pueden representar adecuadamente al pueblo quienes tienen el privilegio de vivir ajenos a la realidad de precariedad económica y laboral que padece la mayoría de la población?
Uno de los mecanismos que existen para evitar el cambio político y social a favor de la mayoría es el de otorgar amplios privilegios a los representantes públicos. El asunto es hacer que los políticos dejen de ser pueblo y pasen a ser parte de la élite: un ejemplo es el caso del presidente del gobierno, que tras ganar las elecciones pasa a vivir en un palacio mientras muchas familias viven el drama de los desahucios y la juventud tiene serios problemas para acceder a la vivienda
Así, el hecho de que los políticos tengan privilegios es un asunto ideológico, profundamente conservador. Aquellos políticos que no renuncian a dichos privilegios pasan a formar parte de una casta que nada hará en contra de los intereses de los poderosos, pues estos ahora son también sus propios intereses.
Y de ahí la importancia de vincular los salarios de los cargos públicos al Salario Mínimo. Ningún cargo público debería poder cobrar más de tres veces el valor de dicho salario: 1.946€ al mes.
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